Además de la iglesia de San Miguel Arcangel, obra románica de las más sobresalientes de la comarca y de la Ermita de Santa Lucía en lo alto del cerro, de la que hemos hablado recientemente por las excavaciones que sacaron a la luz los cimientos de un ábside mozárabe con planta de herradura en su interior, posee Andaluz otro vestigio de su pasado románico, se trata de la cabecera del antiguo templo de Santa María de la Calle, que se encuentra a unos cien metros de la de San Miguel, rodeada de construcciones que la hacen pasar casi desapercibida. Estaba en un estado bastante lamentable hasta que en 1988 fue restaurada por la Escuela taller de
Berlanga. En la web Románico Digital se hace la siguiente descripción de la iglesia:
La cabecera,
levantada en mampostería salvo los esquinales, encintados de vanos y
soportes, en piedra sillar, se compone de tramo recto presbiterial y
ábside semicircular. Ambos estaban abovedados en origen, el primero
con bóveda de cañón -reemplazada por armadura a dos aguas- y el
hemiciclo con bóveda de horno, y de ambas restan los riñones, sobre
impostas achaflanadas. Aunque ha desaparecido el triunfal que daba
paso al presbiterio, seguramente doblado, se mantienen los
responsiones con semicolumnas adosadas -sobre altos basamentos- que
les servían de apoyo. Las columnas presentan basas de perfil ático,
con toro inferior aplastado y más desarrollado y fina factura. Las
coronan capiteles vegetales, el del lado del evangelio con dos
grandes hojas lisas de puntas rematadas en volutas y dos hojitas
nervadas entre ellas. El capitel del lado de la epístola muestra
doble corona de hojitas lisas lanceoladas, moldurándose ambos
cimacios con listel y bisel. La bóveda de horno del hemiciclo se
ceñía por un arco doblado que apoya en sendos capitelillos
pinjantes, a modo de ménsulas, lisos.
Una estrecha saetera,
fuertemente abocinada al interior, se abre en el eje del ábside, y
otra -muy alterada- daba luz al muro sur del presbiterio. Hoy día se
accede al recinto a través de un vano adintelado moderno abierto en
el muro del ábside. Junto a varias estelas discoideas ornadas con
cruces, en el interior se conserva una pila bautismal de cronología
románica, labrada a hacha. Su copa es troncocónica, con un
bocelillo en la embocadura, y exteriormente se faceta dando como
resultado un polígono de 16 lados. Mide 1,09 m de diámetro × 0,68
m de altura. Una pila de muy similares características a esta de
Nuestra Señora de la Calle se conserva en el interior de la cercana
iglesia de La Ventosa de Fuentepinilla. Durante la excavación de 1988
se documentó, además, un horno y un molde de fundición de
campanas, probablemente de principios del siglo XIX.